Historias Perdidas

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HERMANOS DOWN

La semana pasada tuve ocasión de conocer a una chica integrante del Proyecto “Hermanos Down”, cuya hermana había sido una de las 13 personas con Síndrome de Down que, junto con sus monitores, estaban disfrutando de una salida de ocio y tiempo libre, y al entrar en un Pub situado en el centro de Alicante, fueron invitados a abandonar el local.

Parece mentira que en estos tiempos que corren, siga habiendo personas con tan pocos escrúpulos y con tan poco conocimiento, puesto que las personas con Síndrome de Down, son un ejemplo de integración social, de cariño y amor hacia quienes les rodean.

Me emocioné bastante al escuchar la historia del suceso, puesto que las palabras de esta joven, rebosaban amor hacia su hermana y recordé lo bien que lo pasaba de pequeña con una prima mía, que padece el mismo Síndrome y a la que guardo un enorme cariño.

Aprovecho estas fechas prenavideñas para haceros pensar sobre el suceso, pero sobre todo en el respeto a las personas, y en especial a aquellas que más necesitan de nuestro apoyo y protección, no sólo en Navidad, sino durante todo el año.

2 comentarios»

  Joana wrote @

Hola. El respeto a los demás, en general, se ha ido evaporando. Creo que no somos peores sino desconfiados. Eso en general. En este caso en concreto, somos (porque mi abuela me enseñó a incluirme) cobardes. Ante lo que no forma parte de «la masa uniforme», nos ponemos en guardia.

También tengo el gusto de tratar con una persona con síndrome de Down a la que he visto crecer y convertirse en una persona autónoma y feliz. Derrocha amor y eso es lo que recibe.

Quizás la falta de costumbre de ser corteses, de dar abrazos, de ser humanos y no robots…, llevó a esos individuos a asustarse por esa dosis de bondad y transparencia a la que no están acostumbrados.

Peor para ellos por perderse la experiencia de conocer a otro ser humano. Y peor aún el daño que les pudiera hacer. Supongo que a estas alturas ya habrán rectificado sus almas, porque hay que tener mal espíritu para tratar así de mal a un semejante, y más a uno con un toque especial positivo.

Emocionante sí, vergonzante también.

  elenamartincrevillen wrote @

Muy bonito tu comentario Joana. Te lo agradezco de verdad.


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